6 Tradiciones navideñas gallegas con mucho encanto

En Galicia gozamos de una serie de tradiciones propias de la época de Navidad, alguna de las cuales compartimos con otras regiones, ya que nuestra cultura ha ido bebiendo de muchos pueblos a lo largo de la historia.

La mayoría de las tradiciones navideñas típicas de Galicia tienen su origen en el rural. Muchas han sobrevivido y otras las estamos recuperando para que nuestro legado no se pierda en el olvido.

¿Quieres descubrir con nosotros las 6 tradiciones navideñas gallegas más típicas y entrañables? Sigue leyendo.

tradición gallega de Navidad del tizón
O tizón de Nadal

1.- El Tizón o Cepo de Nadal

Esta tradición navideña gallega de origen ancestral nos muestra uno de los aspectos más mágicos de estas fechas.

El origen de esta tradición navideña se encuentra en los antiguos pueblos celtas, los cuales el 21 de diciembre, el día más corto de luz solar, celebraban el Yule, el solsticio de invierno.

La celebración del Yule se iniciaba con el sonido de las gaitas que acompañaba mientras duraba el festejo. Los habitantes se desplazaban a lo alto de una montaña y a lo largo de todo el día y noche celebraban este ritual en el que no faltaban la comida y la bebida.

Durante la celebración en honor al nacimiento del nuevo sol y por ende de un nuevo año se quemaba parte de un tronco. El resto se conservaba todo el año, ya que al tronco a medio quemar se le atribuían propiedades mágicas.

El Yule, que significa rueda, duraba en sus orígenes 13 días.

Más tarde la Iglesia estableció como fecha para el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, fecha muy próxima en el tiempo a esta celebración de origen celta.

Una de las tradiciones más importante en estas fechas era el recorrido que se hacía por las casas para regalar a los familiares, amigos y conocidos una especia llamada clavo, a la que se le atribuían, entre otras, propiedades como la de servir como analgésico para los dolores de muelas.

A la entrada de las casas se colocaban acebos para indicar a las visitas que en nuestra casa reinaba la paz, que se encontraba libre de malos espíritus y que disfrutaríamos de unas buenas fiestas.

En la actualidad, durante la Nochebuena, ponemos en nuestra chimenea o en la “lareira”, previamente limpiada y barrida, un gran tronco del cual solo quemamos la mitad. El resto del tronco que no se quemó, lo conservamos todo el año y solo se quemará en caso de que queramos salvaguardar nuestra casa de un gran mal o de una gran tormenta, ya que también nos protegerá de los rayos.

Las cenizas resultantes del medio tronco quemado se reservan para ser utilizadas como fertilizante o para la preparación de algunos remedios o emplastes para paliar algunas dolencias.

Nuestros Troncos de Navidad, un delicioso postre navideño de chocolate o mazapán con forma de troncos y típicos de estas fechas, tienen su origen precisamente en esta tradición navideña gallega.

2.- Cantar Panxoliñas – Cantos de reis – Aninovos

Esta tradición navideña típica de Galicia se remonta al S.XV y consistía en cantar “Panxoliñas” (similares a los villancicos) a las puertas de las casas a cambio de un “aguinaldo”.

Estos cantos tienen su origen en antiguas piezas tradicionales transmitidas de manera oral.

Los jóvenes gallegos, especialmente en el rural, se agrupaban para ir, casa por casa, cantando estas panxoliñas en las frías noches de Navidad.

Estos grupos solían contar con pandereteiras y gaiteiros y amenizaban las calles a cambio de un aguinaldo que se cobraban en castañas, comida, y a veces dinero que luego se gastarían en las fiestas locales.

El día primero de año se cantan unas coplas llamadas Manueles, en honor al santo de este día. Lo habitual es que el llamado Manuel , tras escuchar la copla, invite a una ronda de vino.

3.- O Apalpador / El Apalpador

Se trata de una de las tradiciones navideñas gallegas que más protagonismo está ganando en los últimos años.

La figura del Apalpador se refiere a un carbonero orondo y pelirrojo que bajaba todas las Navidades de las montañas para “palpar” el vientre de los niños para saber si habían comido bien durante el año.

Si los niños no se habían alimentado bien, les dejaba carbón. Sin embargo, si habían comido bien, les dejaba un puñado de castañas o un regalo para desearles un año lleno de suerte y abundancia.

Lejos de tratarse de una figura amenazante, como puede ser el hombre del saco, la figura del Apalpador era entrañable. Podría decirse que era el Papá Noel gallego.

Hoy en día muchas administraciones, colegios y asociaciones están intentando recuperar la figura de O Apalpador que ya estaba cerca de desaparecer.

Apalpador
O Apalpador

4.- Las raíces celtas de las tradiciones navideñas gallegas

Como ya hemos visto, las tradiciones navideñas de Galicia beben directamente de las tradiciones celtas.

Desde la llegada de los romanos todas las festividades y tradiciones que ya estaban instauradas se cristianizaron y pasaron a celebrar hitos de la cristiandad como es el nacimiento de Jesús.

Un ejemplo lo encontramos en la celebración del Yule, de la que ya hemos hablado. Se trataba de una festividad celta en la que celebraban el solsticio de invierno entre gaitas, comida y bebida.

La tradición navideña gallega del “Tizón o Cepo de Nadal” también encuentra su origen en el pueblo celta.

5.- La cena de Navidad

Es bien sabido que en Galicia nos gusta el buen comer y el buen beber, y en Navidad los gallegos tiramos la casa por la ventana, como no podía ser de otra manera.

Si bien en el resto de España los protagonistas de la mesa navideña suelen ser el cordero, el cochinillo o el besugo, en Galicia presumimos de tener nuestras propias tradiciones navideñas y una gastronomía muy nuestra.

Las mesas de Galicia en Navidad se visten de gala y no falta el marisco (vieiras, centollos, buey de mar, bogavante…). De segundo, los platos típicos suelen ser el bacalao y el capón de Villalba. Relleno de castañas cocidas que está de muerte.

Hasta hace bien poco este día era considerado como de abstinencia, por ello tenemos por costumbre comer el bacalao con coliflor.

Y todo este festín se riega, por supuesto, con los mejores vinos gallegos como el Godello o un buen Mencía, ambos de la D.O. Ribeira Sacra.

En la sobremesa no pueden faltar postres típicos como las filloas, la compota de pera en vino tinto, el roscón de Reyes, turrones y mazapanes… y, cómo no, un buen licor.

6.- El árbol de Navidad

– Descubre su historia, simbología y cómo ha llegado esta tradición navideña a Galicia:

El árbol de Navidad es una de las tradiciones navideñas más antiguas de la cristiandad.

Existen diversas teorías a cerca de los orígenes del árbol de Navidad basadas en tradiciones ancestrales y leyendas antiguas.

En tiempos anteriores a los cristianos, durante el solsticio de invierno, se rendía culto a los árboles que simbolizaban la renovación de la vida.

La religión cristiana, como era costumbre, le dio un significado diferente a este culto. El árbol pasó a representar el Árbol del Bien y del Mal del Paraíso del que fueron expulsados Adán y Eva.

Para los pueblos germanos, el fresno, el Yggdrasil, simbolizaba todo el universo. En sus copas habitaban los dioses y las raíces pertenecían al reino de los muertos, por lo que eran decorados.

En torno al año 740 San Bonifacio, que se encontraba por el norte de Europa predicando, se encontró con estos árboles y los cortó con un hacha, plantando en su lugar un pino, árbol de hoja perenne, símbolo del amor de Dios.

Para los pueblos celtas los árboles eran elementos sagrados, ya que simbolizaban el universo. Por lo que, con la caída de la hoja, lo adornaban para que este pudiese obtener fuerza y luchar así contra el mal, que era el dragón que se encontraba bajo el árbol.

Cuando los pueblos romanos cristianizaron a los celtas tomaron sus tradiciones y las cristianizaron. De esta manera, tomaron las tradiciones relacionadas con el árbol de la vida y las adaptaron a la nueva religión.

Tanto el abeto como el pino representan la vida eterna por ser árboles de hoja perenne, así como el amor infinito de Dios.

– Te explicamos como esta tradición navideña ha ido evolucionando desde su cristianización:

En un principio los abetos y pinos no se compraban, ya que casi todos tenían un árbol plantado cerca de sus viviendas. Los árboles eran plantados por aquellos que más tarde lo adornarían, y en el caso de que el árbol muriese, podría ser sustituido por otro que tendría que ser un regalo. A veces se plantaba más de uno en previsión a que no sobreviviese el año.

Más tarde se empezaron a comprar los árboles vivos, los cuales eran decorados en el interior de las casas para, una vez finalizada las fiestas, ser replantados.

Hoy en día se utilizan árboles plásticos que sirven de adorno para todas las navidades, presentes y venideras.

– Significado de la decoración en la tradición navideña de los árboles de Navidad en Galicia:

En la antigüedad los árboles se decoraban con manzanas, las cuales representaban el pecado y con velas que simbolizaban la luz de Jesús. Con el paso del tiempo las manzanas fueron sustituidas por las bolas y las velas por las luces.

Las bolas de colores

Para los no católicos las bolas simbolizan la abundancia y prosperidad para tiempos venideros.

Para los católicos representan los dones que da Dios a los hombres, y tienen distinto significado atendiendo a su color:

Doradas: son oraciones de alabanzas

Plateadas: son oraciones de agradecimiento

Rojas: son oraciones de petición

Azules: son oraciones de arrepentimiento

Las luces

Para la fe cristiana simbolizan el momento del alumbramiento en el pesebre.

Las cintas y guirnaldas

Simbolizan la unión de la familia y de los seres queridos

Las piñas

Representan la esperanza y la inmortalidad

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