Santo Estevo, el Románico y la Ribeira Sacra.
En la Ribeira Sacra son varias las iglesias y monasterios que se encuentran bajo la advocación del mártir San Esteban, en gallego Santo Estevo: Santo Estevo de Ribas de Sil (actual parador nacional), Santo Estevo de Ribas de Miño, Santo Estevo de Chouzán y Santo Estevo de Atán entre otras.
La Ribeira Sacra fue un enclave muy propicio para la proliferación de comunidades monásticas durante el Románico ya que en sus bosques y rocas los monjes encontraron un lugar en el que dedicar su vida a la oración y meditación. Gracias a la gran fertilidad de estas tierras se fundaron numerosos monasterios rodeados de cultivos, entre otros, el de la vid. Y es que… ¿Dónde se ha visto un monasterio sin vino?
El Románico de la Ribeira Sacra es especial, ya que esta ingente cantidad de monasterios e iglesias románicas convierten a la Ribeira Sacra en el lugar con la mayor concentración del románico rural de Europa. Uno de los ejemplos más visitados es el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil (San Esteban de Ribas de Sil)
La figura del santo: San Esteban (Santo Estevo)
San Esteban, santo al que se le rendía culto en el Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, es conocido como el protomártir por haber sido el primero de los mártires. Aparece mencionado por primera vez en el libro “Hechos de los apóstoles”, y sabemos que se trataba de un judío converso llamado “Stephanos”.
Esteban fue acusado por unos testigos falsos de blasfemar contra Moisés y contra Dios. En el discurso que pronunció ante el Sanedrín reunido en el Templo de Jerusalén, apeló a las escrituras, intentando demostrar que Jesús cumplió con todas las normas que Dios entregó a Moisés y terminó acusando a los judíos de haber traicionado y crucificado al Justo, Jesús.
Finalmente, Esteban fue acusado de blasfemia y conducido a las afueras de Jerusalén para morir lapidado.
La onomástica de San Esteban se celebra el 26 de diciembre, el día posterior al de la celebración del nacimiento de Jesús, ya que al tratarse del primer mártir de la fe cristiana quiso buscarse la fecha más próxima a la Natividad.
San Esteban es el patrono, entre otros, de canteros, albañiles y carpinteros, por lo que su figura aparece numerosas veces representada en el Románico de la Ribeira Sacra.
Sus atributos son la palma del martirio, como todos los mártires, las piedras de la lapidación que aparecen representadas en color rojo o dorado, y, a partir del S. XV, comienza a aparecer también con un libro en la mano o en un pliego de su estola.
Santo Estevo de Ribas de Sil – San Esteban de Ribas de Sil
En 1572 el historiador cordobés Ambrosio de Morales en su “Viage Santo” describía Santo Estevo de Ribas de Sil de la siguiente manera:
“Es monasterio principal y rico, de monges benitos, à la ribera del río, que le da el nombre, en sitio tan aspero, y de tantas montañas como se puede imaginar, mas con mucha frescura de fuentes y arboledas, y estremando aparejo de soledad, y contemplación, y siendo tan fragosas aquellas sierras, están todas plantadas de viñas, y dan muy buen vino”
(Es monasterio principal y rico de Monjes Benitos, a la Ribera del Río, que le da nombre, en sitio tan áspero y de tantas montañas como se puede imaginar. Más con mucha frescura de fuentes y arboledas, y extremado aparejo de soledad y contemplación, y siendo tan fragosas aquellas sierras, están todas plantadas de viñas y dan buen vino)
Puedes ver el documento digitalizado por Google:
Este monasterio se encuentra en el concello de Nogueira de Ramuín (Ourense), en la parroquia de San Esteban. El cenobio se haya en las inmediaciones del río Sil, rodeado por un precioso bosque de castaños y robles.
El Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil a lo largo de la historia.
Este monasterio dedicado a San Esteban, uno de los iconos del Románico de la Ribeira Sacra, aparece mencionado por primera vez en un documento fechado en el año 921 en el cual el rey Ordoño II dona a un abad llamado Franquila un edificio que se encontraba arruinado y abandonado. A día de hoy no quedan restos de este edificio.
La época de mayor esplendor del Monasterio de Santo Estevo de Ribas de se sitúa entre los S. X y XII, gracias a que nueve obispos decidieron terminar sus días en este monasterio, unos huyendo de los musulmanes y otros en busca de la paz y el sosiego que proporcionaba este lejano monasterio.
Estos nueve obispos fueron enterrados en el llamado Claustro de los Obispos, siendo trasladados sus restos en el S. XV al altar mayor de la Iglesia.
En el escudo del monasterio de Santo Estevo, situado en la fachada, podemos contemplar las nueve mitras que representan a estos nueve obispos.
Santo Estevo de Ribas de Sil alcanzó fama de santidad debido a varios milagros que le fueron atribuidos y esto hizo que aumentara considerablemente tanto el número de donaciones al monasterio como el número de monjes.
A partir del S. XIII llegó su decadencia, que perduró hasta principios del S. XVI cuando se produjeron distintas ampliaciones y reformas, las cuales continuaron los S. XVII y XVIII.
En 1875, con la Desamortización española, el edificio pasó a manos del Estado, permaneciendo abandonado y en ruinas a lo largo de todo el S. XX.
El resurgir del Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil
Pese a ser declarado en el año 1923 Monumento Histórico Artístico, el monasterio pasó momentos muy difíciles. Recordamos haberlo visitado en la década de los 80 y su estado era verdaderamente lamentable.
En el año 1985 el monasterio y su entorno fueron declarados Bien de Interés Cultural (B.I.C.), y en 1999 se comenzó a trabajar para convertir el monasterio en un hotel de lujo, siendo inaugurado en el 2004 formando parte de la red de Paradores de Turismo.
La Iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil
En el S. XII el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, uno de los símbolos del Románico de la Ribeira Sacra, se encontraba en una buena situación económica debido, en gran medida, a las donaciones de sus muchos fieles, la explotación de las vides, cotos de pesca y cobro de impuestos, tanto de puertos como de pasos de barca.
Si a la buena situación económica sumamos la incorporación de este monasterio a la Orden Benedictina, ya tenemos los cimientos sobre los que se basa el proyecto de la construcción de la nueva iglesia y algunos anexos.
La iglesia se empezó a edificar en el año 1183 aunque las obras se pararon en el S. XIII y no se retomaron hasta el S. XV.
– El exterior:
La fachada principal fue reformada a principios del S. XVII con: una puerta adintelada, un óculo, una hornacina con una escultura de San Esteban y las dos torres.
El exterior está construido con sillares de granito. Podemos contemplar pequeños arcos ciegos, al igual que unos contrafuertes añadidos para poder soportar las bóvedas de piedra del interior.
En el ábside debemos destacar las figuras que aparecen en las ménsulas y metopas, donde podemos contemplar figuras humanas, como un crucificado y de animales: leones y arpías además de otras figuras como la estrella de David.
Ábside de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil
– El interior de la iglesia de Santo Estevo:
El interior de la Iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil lo componen tres naves que rematan en ábsides semicirculares, siendo el central más bajo, lo que permitió que se pudiese construir un rosetón que ilumina el interior de la Iglesia.
En su origen, la cubierta era de madera, pero a mediados del S. XVI fueron sustituidas por bóvedas de crucería de piedra.
Casi todos los motivos de los capiteles románicos son vegetales.
Una de las piezas más reseñables es un retablo esculpido en piedra, situado entre las naves central y norte del primer tramo. Parecen ser los restos de un tímpano, ya que está decorado por sus dos lados: en uno aparece Jesús y los 12 apóstoles, en el otro lado aparecen unos arcos de medio punto y la figura de Cristo en el centro.
– La fachada del monasterio de Santo Estevo:
La fachada del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil sufrió una reforma a mediados del S. XVIII.
La portada está dividida en tres calles, delimitadas por columnas de orden toscano, consideradas las columnas más simples de los órdenes clásicos romanos.
Las calles poseen unas hornacinas con las figuras de San Vicente y San Benito y los escudos de San Benito de Valladolid y del monasterio de Santo Estevo, con las nueve mitras de los nueve obispos que mencionamos al principio de nuestro post.
En la calle central encontramos un vano adintelado y un frontón triangular con un balcón.
La portada luce en su parte superior el escudo de Castilla y León con un águila bicéfala.
Claustro de los obispos
Según se iban realizando las obras de la Iglesia de Santo Estevo, hacia 1220, se inició la construcción del Claustro de los Obispos, el claustro más antiguo del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil.
Este claustro fue construido para alojar las dependencias monásticas: en la zona norte estarían ubicados los dormitorios, en la zona oeste la cocina y bodegas y en la zona este la sala capitular.
Lo habitual en los monasterios cluniacenses era ubicar el claustro al sur de la iglesia, para así disfrutar de mayor número de horas de sol, pero debido a la orografía del lugar, el Claustro de los Obispos está orientado hacia el norte.
El claustro, de planta cuadrada, fue construido en dos fases.
A la primera fase, pertenece la parte inferior, del S. XIII, se corresponde al románico y está compuesto por arcos de medio punto.
Los capiteles, en su mayoría, tienen decoración vegetal aunque alguno de ellos está ornamentado con arpías, cabezas humanas o cuadrúpedos.
En este claustro encontramos una puerta románica con dos capiteles, considerados los grandes exponentes del románico del cenobio de Santo Estevo de Ribas de Sil:
Uno representa el Sacrificio de Isaac. En él un ángel sujeta la espada de Abraham en el momento en el que va a degollar a su propio hijo.
El otro capitel muestra una arpía. Un ser mitológico con rostro de mujer y cuerpo de ave rapaz, cuya cola hace un nudo.
Fotos cedidas por Máis que románico
A la segunda fase se corresponde la primera planta pertenece a la primera mitad del S. XVI y en ella podemos observar características del gótico tardío como son los arcos carpaneles, sobre los que hay unos pequeños óculos.
Lo más resaltable son los contrafuertes con pináculos que se tuvieron que construir para poder soportar el peso de la cubierta de la galería, que en la antigüedad era de madera pero se sustituyó por una de piedra.
En la parte superior contemplamos una crestería calada que recorre el perímetro del claustro.
Claustro Grande, Claustro de la Portería o Claustro dos Cabaleiros
El Claustro Grande fue construido entre los S. XVI y XVII por el maestro Vizcaíno Diego de Isla. Fue construido, entre otros motivos, para dar cabida al Colegio de Artes.
Este claustro de planta rectangular posee tres alturas:
– La planta inferior la componen arcos de medio punto apoyados sobre unas columnas con decoración sobria.
– La segunda planta está compuesta por una estructura arquitrabada con gruesas columnas que rematan en zapatas.
– El tercer piso es una galería de arcos ciegos de medio punto y en algunos lugares hay pequeñas ventanas que dejan pasar la luz hacia el interior.
En el S. XVIII se crearon unas nuevas dependencias para el abad y se añadió una majestuosa Escalera de Honor, toda ella de piedra, que da acceso a la zona de personalidades.
Desde nuestra primera visita a Santo Estevo de Ribas de Sil, allá por el año 1991, nos impresionó esta escalinata y su ojo.
Claustro Pequeño o Claustro do Viveiro
Este pequeño claustro data del S.XVI y es obra de Vizcaíno Diego de la Isla, el mismo maestro que realizó el Claustro Grande.
Es conocido por el nombre de CLAUSTRO DO VIVEIRO, y no por tener plantas precisamente…En la parte central había un estanque con agua donde nadaban truchas, salmones, lampreas y anguilas, entregados como pago por las gentes que cruzaban el río en las barcas de paso.
De planta cuadrada y con dos alturas con arcos de medio punto y columnas dóricas, sigue el mismo patrón que el del Claustro Grande, a petición de sus habitantes que querían elementos clásicos en este pequeño claustro.
Parador de Santo Estevo de Ribas de Sil
En 1999 se empezó a trabajar para convertir el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil en un hotel de lujo que se inauguró en el año 2004 formando parte de la red de Paradores de Turismo.
El parador posee 77 habitaciones con unas impresionantes vistas a los bosques circundantes y a los Cañones del Sil.
El restaurante “Dos Abades”, ubicado en las antiguas caballerizas, posee una terraza que da a un bosque de castaños, y, hablando de castaños, nada más delicioso que los platos preparados con castañas pilongas.
La cafetería del parador tiene una terraza en el Claustro Grande del que os hemos hablado.
Restaurante «Dos Abades» en el Parador de Santo Estevo de Ribas de Sil Queimada Galega
Desde el año 2006, el Parador de Santo Estevo de Ribas de Sil, dispone de un spa frente a un bosque. Suena tentador, ¿Verdad?
En 2009 El Parador de Santo Estevo de Ribas de Sil se convirtió en el primer Parador-Museo de la historia, gracias a la investigación que se llevó a cabo sobre sus dependencias, la cual se plasmó en 33 paneles que nos ofrecen información sobre el monasterio, su arte, su historia y, como no, sus leyendas.
En el Parador de Santo Estevo, las noches de los sábados, podremos disfrutar de la actuación teatralizada de un druida recitando “O conxuro da Queimada” y probar este mágico brebaje que nos liberará de todos los males, en especial de los del alma y de todo embrujamiento…
Con Arribeirados podréis disfrutar de esta joya arquitectónica del Románico de la Ribeira Sacra y de otras más de la mano de nuestros guías especializados de Máis que Románico.