¿Y si la explicación al origen de los cañones del Sil se basase en una leyenda mitológica?
VAMOS A CONTAROS UNA HISTORIA DE AMOR Y CELOS
Hoy vamos a empaparnos un poco de la rica mitología gallega con una historia que os sorprenderá.
Conozcamos a los protagonistas de nuestro trío amoroso: el es Júpiter, ella es su esposa Juno y la tercera en este trío es la hermosa Galicia.
Júpiter, hijo de Saturno y de Ops, hermano de Neptuno y de Plutón era el dios romano padre de todos, tanto de dioses como de humanos, sus dominios estaban en los cielos y estaba casado con su hermana gemela Juno.
Sin embargo, pese a este enlace, las malas lenguas cuentan que Júpiter era un tanto “enamoradizo”, y mantuvo varias relaciones tanto con diosas como con humanos.
¿Queréis conocer algunas de ellas? Ahí van:
– Junto a Démeter, diosa de la fertilidad, agricultura y de la tierra, tuvo a Perséfone.
– Al bello joven Ganímedes lo raptó convirtiéndose en águila, llevándoselo al Olimpo.
– A Europa la cual sedujo convirtiéndose en ternera, y de su historia de amor nacieron Minos, Sarpedón y Radamantis.
– Con Alcmena tuvo al famoso Hércules.
– A Ío la poseyó amparándose en la niebla y nació Épafo.
Juno, la esposa de Júpiter, diosa de la maternidad y de los compromisos (ni más ni menos), era sumamente celosa de los amoríos de Júpiter, y sus gritos enfurecidos estremecían el Empíreo.
Juno fue siempre muy rencorosa con las favoritas y amantes de su esposo, y de estos celos surge nuestra historia:
Cuentan la leyenda de la mitología gallega que un día Júpiter contempló a la bella Galicia y se prendó de ella.
Un día en que Júpiter se encontraba pensando la manera de poseer a Galicia. Cuando Juno, que paseaba cerca, descubrió los nuevos intereses de Júpiter, llena de rabia ante tal belleza, quiso destruirla y provocó en Galicia una herida tan profunda que formó unos profundos cañones.
El enamorado Júpiter, ante esta acción, decidió cubrir esta cicatriz con las aguas de un hermoso río, el río Sil, y castigar a su celosa esposa a vagar eternamente por la tierra que había intentado destruir…
De todos es sabido que Júpiter perdonó a su esposa Juno y que desde el Olimpo contempla la tierra que no pudo poseer y la que gracias a Juno y a sus celos, posee uno de los más maravillosos paisajes que se pueden contemplar y disfrutar: los Cañones del Sil.
